Esto, que coincide de pleno con la letra de nuestros Estatutos, tiene mucho de bueno, aunque hay algunos aspectos que conviene fijar y delimitar para el conveniente desarrollo de la actividad deportiva de nuestros asociados.
Pasaremos ahora a describir la situación actual y en un próximo post expondremos los planes para el futuro.
La natación máster tiene de bueno que hace espíritu de Club y atrae a socios que estaban alejados, muchos de ellos habiendo escrito lo más glorioso de nuestra entidad en el deporte que le da nombre. También se han incorporado al equipo quienes, sin haber competido con nosotros, encuentran ahora en ello un aliciente para ajustarse a la disciplina de un entrenamiento habitual.
En la otra parte de la balanza está el perjuicio que los socios que coinciden con el entrenamiento del equipo máster, que tiene reservadas para su preparación cuatro calles tres días de la semana de 9 a 10 de la noche.
Ciertamente, cuando el número de socios presentes lo permite, hemos observado que usan cinco calles, dejando sólo dos para los socios. En las mayoría de las ocasiones esto va en perjuicio de unos tres o cuatro socios que se deben ceñir al uso de esas dos calles. Lo que no sabemos cuantos son los que desisten del uso por la incomodidad de compartir la piscina alborotada por tantos nadadores.
Desde el punto de vista presupuestario, la aparición de esta actividad ha supuesto un importante incremento por la inesperada respuesta de nadadores veteranos de otros clubes al incentivo de quedar eximidos de la cuota de entrada.
Por otra parte, el capítulo de gastos es reducido pues, salvo el entrenador, la cuota del alta federativa (de aquellos que hubieron participado el año anterior en tres competiciones) y el autobús en algunos de los viajes, todo lo demás (inscripciones, manutención, alojamiento, la mayor parte de los desplazamientos y material) corre a cargo de sus bolsillos.
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