De la horizontalidad

Cualquier proyecto serio debe venir estructurado partiendo de una cabeza visible y responsable. En los proyectos cuya responsabilidad se diluye en una estructura horizontal acaban por desconocerse quien responde de las actuaciones y, en muchas ocasiones, enmascaran a alguien que, por quien sabe qué razones, se esconden en ese batiburrillo de responsabilidades.

Proponemos una estructura jerárquica en la que cada parcela sea autónoma, dentro de los principios del proyecto, que responda ante el responsable máximo, el Presidente, del los aciertos y desaciertos de la gestión.